En esta sección describo con mayor o menor detalle la historia de la construcción de las más importantes catedrales de Italia de estilo gótico. Están ordenadas alfabéticamente.

Catedral de San Petronio de Bolonia (1390)

Dedicada a san Petronio, patrón de la ciudad (de la que fue obispo en el siglo V), su construcción se remonta a finales del siglo XIV, concretamente la primera piedra fue puesta el 7 de junio de 1390, cuando el ayuntamiento encargó a Antonio di Vincenzo los trabajos de edificación de una gran catedral en estilo gótico, que según las primeras intenciones hubiera debido sobrepasar, en sus dimensiones, a la basílica de San Pedro, en Roma (el proyecto de tal majestuosidad fue bloqueado por voluntad papal). Gozó desde un principio de gran prestigio, hasta el punto de ser escogida por Carlos V para su coronación como emperador por parte de Clemente VII en 1530.
El embellecimiento de la fachada, con los nuevos portales menores a modo de corolario del portón central de Jacopo della Quercia, supuso también el revestimiento de la fachada. Pero las obras se pararon y retomaron varias veces: numerosos arquitectos (entre ellos, Baldassarre Peruzzi, Jacopo Barozzi da Vignola, Andrea Palladio, Alberto Alberti) fueron llamados para proponer soluciones artísticas, sin encontrar nunca una definitiva. Hoy en día la fachada permanece todavía incompleta. Cabe resaltar el coro de madera del Quattrocento de Agostino de' Marchi, los dos órganos monumentales, el del ala derecha, de 1475, es el más antiguo de entre los órganos llegados hasta nosotros y el primero de registros independientes, realizado por Lorenzo di Giacomo da Prato; el de la izquierda, obra de Malamini (1596), fue añadido a finales del siglo XVI.
En el altar se encuentra un riquísimo políptico gótico de madera dorada y policromada, con veintisiete figuras talladas y otras pintadas. Las paredes están pintadas al fresco, en su totalidad, por Giovanni da Modena: a la derecha el viaje de los Reyes Magos; en la de enfrente, episodios de la vida de san Petronio. A la izquierda el complejo del Juicio Universal presenta una figuración de tipo dantesco, dividida en tres espacios; arriba, el paraíso, lugar de los santos, con la coronación de la Virgen y Cristo en una forma almendrada (Deisis); abajo, el arcángel Miguel y el infierno dividido en bolgias (bolge, en italiano, por la obra de Dante), con una gigantesca figura de Lucifer y Mahoma recostado.
También es posible admirar en el interior de la iglesia la Meridiana de Giandomenico Cassini, construida en 1655 sobre un proyecto del astrónomo Giovanni Domenico Cassini: sus 66,8 m de largo hacen de ella la línea meridiana más larga del mundo. La iglesia acoge los restos de Elisa Bonaparte, hermana de Napoleón.

 

 

Catedral de Santa María de la Asunción de Como (1396)

La catedral de Como se comenzó a construir en el año 1396; es un magnifico templo de mármol que en principio se realizó en estilo gótico pero que fue transformado en Renacentista entre los años 1487 y 1526, al cual pertenece su portada.
El portal sur es obra de Bramante, y el decorado, en gran parte, de Rodari. A los lados de la entrada principal están las estatuas de Plinio el Viejo y de su sobrino Plinio el Joven, erigidas en 1498, que eran dos científicos naturalistas romanos, que son probablemente el único ejemplo de la representación escultórica laica en la fachada de una catedral. Entre la serie de cinco estatuas de la parte superior, los dos bellos efebos suscitaron mucha polémica en su tiempo.
El interior es de arquitectura gótica, presenta unas medidas de 87 metros de longitud, 36 metros de anchura y 75 metros en lo más alto de la cúpula, una estructura de cruz latina con tres naves y decoración principalmente renacentista. Destacan por su belleza el monumento del cardenal Tolomeo Gallio, varios lienzos de P. Veronese, Ferrari, Marchesi y Luini, así como bellos tapices flamencos. También hay que destacar las vistosas vidrieras con escenas de la vida de san Abundio. La catedral se encuentra coronada con una cúpula de estilo rococó, diseñada por Filippo Juvara.

 

 

Catedral de Santa María del Fiore de Florencia (1296)

La basílica de Santa María del Fiore (de la flor) es la catedral de la archidiócesis católica romana de Florencia, notable por su cúpula. Es una de las obras maestras del arte gótico y del primer Renacimiento italiano. Símbolo de la riqueza y del poder de la capital toscana durante los siglos XIII y XIV, la catedral florentina es uno de los edificios más grandes de la cristiandad. Destaca, de forma singular, la grandiosa cúpula de Brunelleschi, de 100 metros de altura interior, 105,5 metros de altura exterior, 41 metros de diámetro interior y 45,5 metros de diámetro exterior.
Fue levantada en el espacio que ocupó la antigua iglesia de Santa Reparata, al final del siglo XIII; la vieja iglesia de Santa Reparata, de nueve centurias, se derrumbaba, como lo atestiguan los documentos. La próspera Florencia quería sobrepasar la grandiosidad de sus rivales toscanos, Pisa y Siena, con una iglesia magnífica, más grandiosa en tamaño y adornada más ricamente en el exterior. Esta catedral, cuando se terminó, resultó ser la más grande de Europa, con una capacidad para 30.000 personas. En la actualidad sólo es superada, en tamaño, por la basílica de San Pedro en el Vaticano, la catedral de San Pablo en Londres, la catedral de Sevilla y la catedral de Milán.
La nueva iglesia fue diseñada por Arnolfo di Cambio en 1296 para ser el templo católico mayor del mundo. Diseñó tres anchas naves que morían bajo la cúpula octogonal, con la nave central cubriendo la superficie de Santa Reparata. La primera piedra fue puesta el 8 de septiembre de 1296 por el cardenal Valeriana, el primer nuncio papal enviado a Florencia. La realización de este vasto proyecto duraría 170 años, así como los esfuerzos colectivos de varias generaciones. Después de la muerte de Arnolfo, en 1302, el trabajo en la catedral se hizo más lento y llegó a suspenderse durante treinta años. La construcción recibió un ímpetu nuevo cuando las reliquias de san Zenobio fueron descubiertas en 1330 en Santa Reparata. En 1331, el Arte della Lana (la Cofradía de los Mercaderes de la Lana) asumió el patronazgo exclusivo para la construcción de la catedral y, en 1334, nombraron a Giotto como maestro de obras. Asistido por Andrea Pisano, continuó el diseño de Arnolfo di Cambio. Su triunfo mayor fue la construcción del Campanile (campanario), pero murió en 1337, dejando inacabada la obra. Andrea Pisano continuó con los trabajos hasta que éstos tuvieron que abandonarse a causa de la Peste Negra en 1348.
En 1355 se reemprenden los trabajos dentro de la catedral llevados a cabo por una serie de arquitectos, entre los que cabe mencionar a Francesco Talenti, que acabó el campanario y amplió el proyecto con el ábside y las capillas laterales, pero no alteró el exterior. En 1359 le sucedió Giovanni di Lapo Ghini (1360-1369), que dividió la nave central en cuatro crujías cuadradas. En 1375 la vieja iglesia de Santa Reparata fue demolida. La nave se completó en 1380, quedando sin terminar, en 1418, la cúpula.
Las paredes están cubiertas por bandas alternadas en horizontal y vertical con mármoles multicolor: de Carrara (blanco), Prato (verde), Siena (rojo). Estas bandas de mármol tenían que repetir las decoraciones del baptisterio y del campanario de Giotto. Hay dos puertas laterales, las Puertas de los Cardenales (sur) y la Puerta de los Mandoria (norte) con esculturas de Nanni di Banco Donatello y Jacopo della Quercia. Las seis ventanas laterales, notables por su delicado trazado y adornos están separadas por pilares. Solo las cuatro ventanas más cercanas al transepto dejan pasar la luz; las otras dos son simplemente ornamentales. Las ventanas del triforio son redondas, una característica común en el estilo ítalo-gótico. El pavimento de la iglesia fue cubierto con mármol en el siglo XVI.
La cúpula, de 45 metros de ancho, era originalmente una cúpula de madera construida por Arnolfo di Cambio. En 1419 tuvo lugar un concurso para diseñar una nueva cúpula para la catedral. Los dos competidores más importantes eran Lorenzo Ghiberti y Filippo Brunelleschi. Brunelleschi se inspiró en la cúpula del doble emparedado del Panteón de Roma. Con la ayuda de Donatello y Nanni di Banco construyó un modelo de madera y ladrillo (exhibido en el Museo de la Opera del Duomo). Brunelleschi ganó por poco. Su modelo sirvió como guía para los artistas, pero intencionadamente lo presentó incompleto a fin asegurar su control sobre la construcción. Las soluciones de Brunelleschi eran ingeniosas y sin precedentes, el peculiar diseño octogonal de doble-emparedado: la cúpula se eleva sobre un tambor octogonal, lo que permitía que la cúpula entera fuera construida desde la superficie, sin necesidad de andamios, que suponían un elevado coste. Esta enorme construcción pesa 37.000 toneladas métricas y contiene más de 4 millones de ladrillos. Él hizo varios modelos y dibujos durante su construcción. Brunelleschi tuvo que inventar máquinas elevadoras especiales y grúas para izar las piedras grandes. Estas máquinas especialmente diseñadas y las brillantes técnicas de masonería fueron las espectaculares contribuciones a la arquitectura de Brunelleschi. La habilidad de traspasar un círculo en una cara de un cono dentro del interior del doble-emparedado permite la construcción del arco horizontal que se sostiene a sí mismo ya que, geométricamente, un plano circular es necesario para tal construcción. El trabajo de la cúpula comenzó en 1420 y se terminó en 1436. La catedral fue consagrada por el papa Eugenio IV el 25 de marzo de 1436 (el primer día del año de acuerdo con el calendario florentino). Fue la primera cúpula octogonal en la historia que se construyó sin el soporte de un marco de madera y fue la mayor cúpula construida hasta entonces.
La catedral está construida como una basílica, con una nave y dos pasillos, formando una cruz romana. La nave y los pasillos están divididos por anchos arcos angulares con columnas compuestas, dividiendo la nave en cuatro galerías cuadradas. Sus dimensiones son enormes: 153 metros de largo por 130 metros de ancho (de un lado a otro del transepto) y 107 de alto desde la base hasta la cima de la cúpula. La altura de los arcos en los pasillos es de 23 metros. El gótico interior es sombrío y da una impresión de vaciedad. La relativa desnudez de la iglesia corresponde a la austeridad de la vida religiosa, tal como la predicaba Girolamo Savonarola.
La iglesia es particularmente notable por sus 44 vitrales, el proyecto más grande de este tipo en Italia de los siglos XIV y XV. En las vidrieras de las naves y del transepto se representan figuras de santos del Antiguo y Nuevo Testamento, mientras que en el rosetón de la cúpula o encima de la entrada muestran a Cristo y María.
La catedral ha sufrido laboriosas excavaciones entre 1965 y 1974. Las bóvedas subterráneas eran usadas para sepultar a los obispos florentinos a través de los siglos. Recientemente la historia arqueológica de esta enorme área fue reconstruida: ruinas de casas romanas, un pavimento del cristianismo temprano, ruinas de la antigua catedral de Santa Reparata y ampliaciones sucesivas de esa iglesia. Cerca de la entrada abierta al público está la tumba de Brunelleschi como prueba del gran cariño que le profesaron los florentinos.

 

 

Catedral de Milán (1386)

La basílica de San Ambrosio fue construida en este sitio a comienzos del siglo V, siéndole agregada en 836 una basílica próxima. Cuando el fuego dañó ambos edificios en 1075 fueron reemplazadas por la catedral gótica actual (Duomo). En 1386 el arzobispo, Antonio da Saluzzo, comenzó el nuevo proyecto con un estilo rayonnant gótico tardío. Hay en el edificio muchos aspectos insólitos en Italia, que pertenecen a la tradición arquitectónica gótica de Bourges en Francia con dobles naves laterales y una arquería muy alta rematada por ventanales diminutos. Sus arcos tienen capiteles de difícil clasificación. Antes de que se iniciasen los trabajos de construcción, se demolieron los palacios del arzobispo, del Ordinari y el baptisterio de san Esteban, mientras que la antigua iglesia de Santa María Maggiore fue usada como cantera de piedra. El programa de construcción fue regulado estrictamente por la Fábrica de Duomo conformado por 300 empleados liderados por el arquitecto jefe Simone da Orsenigo. Galeazzo otorgó a la Fábrica el uso exclusivo del mármol de la cantera de Candoglia y la eximió de impuestos.
En 1389, se designó como arquitecto jefe al francés, Nicolás de Bonaventure, que le dio a la catedral su fuerte impronta gótica. Diez años más tarde, otro francés, Jean Mignot fue llamado desde París para evaluar y mejorar el trabajo realizado ya que los constructores necesitaban ayuda técnica para levantar las piedras hasta una altura sin precedentes. La construcción quedó estancada hasta 1480 debido a la falta de dinero e ideas. Entre 1500 y 1510, fue completada la cúpula octagonal y se decoró su interior con cuatro series de quince estatuas cada una que representan a santos, profetas, sibilas y otros personajes del Viejo Testamento. El exterior permaneció en su mayoría sin decoración, excepto por el Guglietto del’lAmadeo (Espirita de Amadeo) construida de 1507 a 1510. Esta es una obra maestra renacentista que sin embargo armoniza bien con el aspecto gótico general del templo. Bajo el dominio español el edificio resultó utilizable aun cuando el interior permanecía sin terminar y faltaban algunos tramos de la nave y el transepto. En 1552, se encargó la construcción de un gran órgano a Giacomo Antegnati que se colocó en el coro norte.
Puesto que la fachada permanecía en su mayor parte incompleta, a comienzos del siglo XVII, el obispo Federico Borromeo, contaba con las bases de la nueva fachada realizadas por Francesco María Richini y Fabio Mangone. Los trabajos continuaron hasta 1638 con la construcción de cinco portales y dos ventanas centrales. Sin embargo, en 1649, el nuevo arquitecto jefe introdujo una innovación notable: la fachada regresó al estilo gótico original, incluyendo los detalles ya acabados de las grandes pilastras góticas y los dos enormes campanarios. En 1682 se demolió la fachada de santa María Maggiore y se termino de cubrir la azotea de la catedral.
En 1762 uno de los rasgos principales de la catedral, la aguja Madonnina, fue levantada hasta la altura de 108,5 metros. Fue diseñada por Francesco Croce y luce en la cima una famosa estatua policroma de la Madonna que se ajusta a la original imagen de la catedral. El 20 de mayo de 1805, Napoleón Bonaparte, a punto de ser coronado rey de Italia, ordenó que la fachada fuera terminada. En su entusiasmo aseguró que todos los gastos recayeran sobre el tesoro francés que reembolsaría a la Fabrica por todos los inmuebles que ésta tuviera que vender. Aunque nunca se pagó este reembolso, esto ayudó a que finalmente, en solo siete años, la catedral tuviera su fachada terminada. El nuevo arquitecto, Francesco Soave, agregó algunos detalles neogóticos a las ventanas superiores. En gratitud se colocó una estatua de Napoleón en la cima de una de las espiras.
Los detalles finales de la catedral fueron terminados ya en el siglo XX: la última puerta fue inaugurada el 6 de enero de 1965. Esta fecha es considerada como el término del proceso que ha durado muchas generaciones, a pesar ello todavía algunos bloques quedan sin esculpir esperando ser convertidos en estatuas.

 

 

Catedral de Nápoles (1272)

Consagrada inicialmente a la Virgen y a partir del siglo XVI a san Gennaro, cuyas reliquias se encontraban en el santuario de Montevergine. Comenzada en 1272 por iniciativa de Carlos I de Anjou en el mismo sitio que ocupó un templo erigido en honor de Neptuno. Fue prácticamente concluida en la época de Roberto (1323). Este edificio gótico, en parte de estilo francés, con dos altas torres fue destruido por un terremoto en 1456. Reconstruido por orden de Alfonso I, experimentó varias modificaciones entre los siglos XVII y XVIII, conservando solo parte de su carácter primitivo.
Presenta planta de tres naves, de las que la principal está decorada con un plafón pintado por Santafede y Vicenzo da Forti. Los muros tienen en la parte alta frescos de Lucas Jordán y de sus discípulos. Cerca de la entrada principal se encuentran los sepulcros de Carlos I de Anjou, de Carlos Martel, rey de Hungría y de su esposa Clementina. La cripta del Succorpo fue construida bajo el ábside, en el siglo XVI, para cobijar las reliquias de san Gennaro; costa de tres naves y fue decorada con estatuas renacentistas por Tommaso Malvito y su taller.
La curiosidad más notable de la basílica catedral es la capilla del tesoro de San Gennaro, que presenta la forma de una cruz griega y está ricamente decorada con oro y mármol; fue pintada al fresco por Lanfranco entre 1641 y 1643. En el altar mayor existe un tabernáculo, cerrado por varias puertas, y un relieve de plata, que guarda dos vasos en los que se haya depositada la sangre de Gennaro martirizado en 305. La fachada ha sido reconstruida en 1905, debiéndose sus numerosas esculturas a Jerace, Pellegrini y Belliazzi Cepparulo entre otros.

 

 

Catedral de Orvieto (1290)

La catedral de Orvieto, dedicada a la Asunción de la Virgen María, una de las obras más grandiosas de la arquitectura medieval italiana. De estilo gótico, es célebre por su fachada, así como por la capilla de San Brizio decorada con frescos pintados por Fra Angélico y Luca Signorelli.
La primera piedra fue colocada el 13 de noviembre de 1290 por el papa Nicolás IV. Llamada durante más de cuatro siglos Santa María de la Estrella, fue bautizada de nuevo en el siglo XIX con el nombre de Santa María Asumpta al Cielo. Durante el primer periodo de la construcción, los trabajos fueron dirigidos por Fra Bevignate pero con la llegada de Lorenzo Maitani (1308) se introdujeron modificaciones importantes al proyecto inicial, con una planta gótica en cruz latina. De Maitani es también la imponente fachada a tres gabletes y tres piñones (1310). La terminación del transepto se realizó con la Capilla del Corporal ( 1350-1355) y con la capilla de San Brizio ( 1408).
La fachada consiste en un inmenso tríptico gótico del que salen unos bajorrelieves que sirven de base arquitectural y unos mosaicos cuyos colores iluminan toda la fachada. Su estructura está constituida por tres pilares entre los cuales se abren tres pórticos coronados con tres gabletes que llegan hasta la galería con arcos trilobulados que dividen la fachada horizontalmente. La parte superior se caracteriza por un espléndido rosetón central y se termina con tres piñones repitiendo el motivo de los tres gabletes inferiores y separados por pináculos que descansan sobre pilares. Estos diferentes elementos están coronados por estatuas.
Hacia 1320-1330 se hicieron los bajorrelieves que adornan los cuatro pilares de la base, entre las puertas, y que son de una riqueza excepcional. En ellos están representados, en un entrelazado de ramas y hojas de acanto, temas del Antiguo y del Nuevo Testamento. En el primer pilar se cuenta la Creación del mundo, Adán y Eva, Caín y Abel, La vida del hombre después del pecado original. El segundo, cuenta la visión de Abraham o de Jessé: el patriarca ve la historia futura poblada de reyes y de profetas para llegar finalmente a la venida del Salvador. La visión de Jacob representada en el tercer pilar se relaciona con el Nuevo Testamento: unos ángeles contemplan en adoración, diferentes episodios de la vida de Jesús, desde la encarnación hasta la crucifixión y la resurrección. El cuarto pilar está dedicado al Juicio Final: la resurrección de los muertos, los justos conducidos al Paraíso para contemplar la gloria de Dios, los santos, los apóstoles, Juan y María delante del Redentor, mientras que debajo, a la derecha figuran los condenados reprobados conducidos al Infierno.
Obra de Andrea Orcagna en 1358, es el espléndido rosetón a doble círculo, con pequeñas columnas separadas por arcos, muestra en el centro el rostro del Redentor. Las figuras de los cuatro doctores de la Iglesia adornan los ángulos del cuadrado en el que se inscribe el rosetón. Y, bordeándolo, 52 cabezas de santos, del siglo XIV. A los dos lados del rosetón las estatuas de mármol de los doce profetas, que datan del mismo periodo y están coronados por estatuas de los doce apóstoles, ejecutadas en 1556.
Toda la fachada está decorada con mosaicos que acompañan a los elementos arquitectónicos, desarrollando en grandes espacios temas de la vida de la Virgen. Estos mosaicos dan a la fachada su esplendor, sobre todo cuando los rayos de sol la iluminan. Sobre el pórtico está representada la Asunción de la Virgen mientras que en el pórtico derecho se muestra el bautismo de Cristo y en el izquierdo se puede ver la Natividad de María. A los lados de los gabletes de las puertas laterales, se puede ver a la izquierda la Anunciación y a la derecha san Joaquín y santa Ana. A nivel del rosetón, la parte izquierda presenta el matrimonio de la Virgen y en la derecha la presentación de Jesús en el templo. En el triángulo, sobre el rosetón, está la figura de Cristo coronando a María reina de los ángeles y de los santos.
La puerta central en bronce fue escupida por Emilio Greco con el tema de las obras de misericordia (1964). Los laterales de la catedral muestran la alternancia, inspirada en el arte árabe, de la piedra blanca y negra: el de la derecha se abre en la puerta de la Postieiria, magnifico pórtico ojival de estilo pisano, que perteneció probablemente a Santa María de Episcopatu, iglesia demolida sobre la que se erigió la catedral. El lado izquierdo está enriquecido con una estatua en mármol de la Sibila Eritrea, de Antonio Federighi.
El interior es de tipo basilical, con tres naves divididas por diez columnas y dos pilastras de basalto negro y de travertino blanco, adornadas con ricos capiteles, algunos realizados por Fra Guglielmo de Pisa y Ramo di Paganello. De 90 metros de largo y 33 de ancho y con una altura de 34 metros, la catedral mezcla las formas románicas del proyecto primitivo y la verticalidad ojival del coro; todo iluminado por doce aberturas situadas encima de las galerías. El pavimento, en caliza roja de Prodo, se extiende desde la entrada hasta el ábside y da una ilusión de largura más importante que en la realidad.
En el brazo izquierdo del transepto, se abre la capilla del Corporal (1350-1355) que lleva su nombre del relicario del Corporal, realizado por Ugolino di Vieri en plata, recubierto de esmaltes translúcidos, que contenían el corporal del milagro de Bolsena. En 1263, un sacerdote de Bohemia, mientras celebraba la misa, vio que la sangre brotaba de la hostia y manchaba el corporal que recubría el altar. El papa Urbano IV pidió que llevaran el corporal a Orvieto. En realidad, desde entonces, el paño sagrado está expuesto en el tabernáculo de mármol colocado sobre el altar. El ciclo de frescos de Ugolino di Prete Ilario que decora la capilla, cuenta la historia del Corporal.
Del lado derecho del crucero se puede acceder a la Capella Nova o Capella San Brizio (1408), que figura entre los testimonios más importantes de la pintura italiana. La particular concepción espacial de la capilla y el ciclo de frescos que la decoran, realizados en parte por Fra Angélico (1447-1449) y acabados por Luca Signorelli ( 1499-1504), hacen de esta capilla un caso único en el arte italiano. Signorelli concibió la capilla como una esfera en la que, alrededor del observador, todos los puntos tienen la misma importancia. El pintor, conformándose al programa de los canónigos de la catedral, busca llamar la atención de la imaginación de los fieles en la tradición de la pintura medieval, dando una visión premonitoria del fin del mundo en el que la Humanidad tendrá que sufrir el castigo de la justicia divina. Toda la escatología cristiana se resume en cinco escenas: el Anticristo, el Último Juicio, la Resurrección, el Infierno y el Paraíso. Mientras Fra Angélico trabaja sus dos paneles con un detalle extremo, Signorelli busca un efecto de conjunto; por ejemplo, en el Último Juicio, acompañado con representaciones de tipo arquitectónico como la columnata de la parte inferior o las ventanas en las que aparecen personajes ilustres (Empédocles, Dante, Virgilio, Ovidio) que leen libros o códigos apoyados sobre el reborde, en un juego de ilusiones de perspectiva, que dan la sensación de entrar en la escena representada. En sus composiciones, sobre todo en el Infierno, Signorelli, inspirándose en Dante, busca más expresar el sentimiento de los seres humanos delante de una realidad terrorífica, que la gloria divina. El artista se concentra en los seres humanos que sufren en su alma y en su cuerpo, pintados en un estilo naturalista y que suplican expresando una vana rebelión contra su suerte.

 

 

Catedral de Santa María dell’Assunta de Siena (ca.1220)

La catedral de Siena es una de las pocas de Italia construidas completamente en estilo gótico, se empezó en la primera mitad de 1200 y se terminó en 1267.
La fachada ofrece gran riqueza de frisos y ornamentación y es de forma tricúspide, con tres puertas coronados por frontispicios y franqueada por dos torres que terminan en pirámide. El arquitecto Nicola Pisano diseñó la mayor parte de los planos de la catedral pero fue su hijo Giovanni Pisano quien, hacia 1284, diseñó la espléndida fachada gótica, recubierta de mármol blanco, rojo y verde, repleta de estatuas y gárgolas, pero, lamentablemente, solo pudo acabar la parte inferior antes de fallecer.
En el siglo XV, de acuerdo con el deseo expreso de san Bernardino di Siena se colocó el Símbolo del Sol sobre la puerta principal de entrada. El bellísimo Símbolo del Sol representa a Nuestro Señor Jesucristo.
El interior del templo es de tres naves, dividida por pilastras con estucos blancos y negros que producen singulares efectos ópticos.
El techo abovedado está pintado en azul y embellecido con estrellas de oro. El interior de la impresionante cúpula hexagonal está coronado por una gigantesca lámpara sobredorada que parece un sol auténtico.
No obstante, la incuestionable obra maestra de la catedral es el suelo, formado por 59 paneles de mosaicos pintados y grabados en mármol, trabajados meticulosamente entre 1372 y 1547. Los mosaicos son obra de varios de los máximos artistas italianos de esas épocas, todos ellos exponentes de la prestigiosa Scuola di Siena como: Domenico di Bartolo, Matteo di Giovanni, Pinturicchio y Domenico Beccafumi.
Entre 1266 y 1268, Nicola Pisano, contando ya con la ayuda de su hijo Giovanni, diseñó y dirigió la construcción del espléndido y altísimo púlpito gótico octogonal de mármol de Carrara.

 

 

www.catedralesgoticas.es